Conductas inadecuadas
Entramos
a un tema de suma importancia para el docente, como lo es
"el manejo de la conducta en aula de clases; en toda clase
o salón de clases existen niños o niñas que causan disturbios, no por
ello se debe alejar a estos niños causantes de disturbios fuera de la clase o a
otros grupos ya que con esto se le traslada el problema a otro docente. Más
bien un procedimiento así, permitirá que se agraven los problemas, no ayudará
al niño o niña a superarlas.
Colocar en un lugar bien visible de la
clase las normas de conductas que se deben observar en el aula. deben
tener las siguientes características:
1. Reglas cortas y concretas.
2. Cinco o seis reglas es lo adecuado.
3. Construir las reglas de manera
positiva, a ser posible no utilizar el "no".
4. Leer colectivamente (profesor y
alumnos) las reglas unas 4-6 veces al día.
5. Recuerde
las reglas a los alumnos en otros momentos que sean, a ser posible, cuando se
porten bien. no recordarlas cuando alguien se comporte inadecuadamente.
TÉCNICAS PARA DISMINUIR CONDUCTAS INADECUADAS
Una de las
grandes dificultades de los padres y/o maestros es saber cómo manejar la
conducta inadecuada o "conducta-problema" de sus niños. A menudo los
escuchamos decir frases como: "no me hace caso", "no quiere
hacer lo que se le dice", "se molesta cuando le impedimos algo",
"hace berrinches", "no acepta límites",
"ya no sabemos qué hacer frente a su desobediencia y su rebeldía"
etc., de allí que es importante que los maestras y/o padres adquieran recursos
para enfrentar estas situaciones, y tomen conciencia que la mayor parte de
estos comportamientos son aprendidos.
Pero... ¿Qué es
conducta? Está definida como la actividad global de un organismo que hace
posible la adaptación a su medio específico y que le proporciona control e independencia
frente ha dicho medio.
En ese sentido,
es importante recordar que los niños no heredan buenos ni malos hábitos, su
conducta es el resultado del aprendizaje en el ambiente familiar, escolar y
social; sin embargo, también hay que tener en cuenta que las conductas pueden
ser "desaprendidas" o cambiadas.
A continuación
se describen algunas técnicas sencillas para disminuir las conductas
inadecuadas de los niños:
1. Ignorar
Activamente
Implica el
retiro total e inmediato de los diferentes reforzadores que pueden estar
manteniendo la conducta. Se aplica en todo tipo de conductas-problema, pero sin
manifestaciones agresivas. En su administración debemos tener en cuenta que es
importante lo siguiente:
- Identificar los reforzadores que mantienen la
conducta-problema.
- Controlar y evitar que se presenten los
reforzadores identificados.
- Tener en cuenta que habrá un incremento inicial
de la conducta-problema ante este procedimiento.
- Ser constante, no ceder.
Por ejemplo: Si
el adulto se encuentran conversando con otra persona y un niño empieza a
preguntar sin ser autorizado de manera insistente sobre dicho tema de
conversación, la técnica consistirá en que el adulto deberá ignoran la pregunta
del niño, así el niño se las reitere constantemente. Ignorar activamente
implicará que nadie le haga caso o diga nada, aunque su conducta sea más
notoria que antes.
2. Tiempo de Reflexión
Consiste en retirar al niño, por unos momentos de la situación o contexto en el que se lleva a cabo la conducta-problema, con la finalidad de que no se refuerce la conducta. El lugar de ubicación del niño podrá ser un sector del aula u otro ambiente. Debemos tener en cuenta lo siguiente:
Consiste en retirar al niño, por unos momentos de la situación o contexto en el que se lleva a cabo la conducta-problema, con la finalidad de que no se refuerce la conducta. El lugar de ubicación del niño podrá ser un sector del aula u otro ambiente. Debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Se deberá utilizar una advertencia o aviso previo
frente a la presentación de la conducta-problema.
- Si a pesar de la advertencia, el niño continúa
con la conducta-problema, se le llevará al ambiente preparado, sin regaños
ni discusiones, diciéndole únicamente que "permanecerá por unos
instantes ahí para que analice" sobre su conducta.
- El lugar donde se ubique al niño deberá estar
libre de estímulos reforzantes y atractivos.
- El tiempo de permanencia en dicho lugar elegido
debe ser de aproximadamente 5 minutos.
- Acabado este tiempo, el niño será regresado al
lugar inicial, sugiriéndosele la conducta adaptativa a realizar.
Por ejemplo: Si
en el patio, un niño empieza a tirarle los juguetes a otro niño mientras
juegan, y aunque el adulto le ha advertido sin tener éxito en corregir dicha
conducta; lo retirará del patio y lo llevara al lugar preparado, indicándole
que reflexione sobre su mal comportamiento. El niño se quedara allí unos
minutos, el adulto no le dirigirá la palabra ni lo juzgará durante el periodo
de reflexión. Al termino del tiempo se le regresará a la situación inicial,
sugiriéndosele que se disculpe con su compañero, dándole además la opción de
seguir jugando con él.
Recuerde que el
niño no debe de estar protestando, sino por el contrario debe mostrar conductas
sociales apropiadas, pues de otra manera el hecho de permitirle retornar a la situación
de juego, podría reforzar las conductas inadecuadas; este punto es de gran
importancia, por lo que hay que tener mucho cuidado al aplicar el
procedimiento.
3. Reforzamiento de Conductas Adecuadas
En el repertorio conductual de un niño podemos encontrar una variedad de conductas inadecuadas, pero a la vez existirán conductas positivas, incompatibles con ellas, física y temporalmente. El adulto debe reforzar positivamente sólo las conductas adecuadas y no las conductas socialmente indeseables.
Por ejemplo: El adulto reforzará de manera positiva cada vez que el niño hable con propiedad, diciéndole: "qué bien que estás hablando", "qué excelente hablas", ignorando por el contrario el habla inapropiada para su edad.
En el repertorio conductual de un niño podemos encontrar una variedad de conductas inadecuadas, pero a la vez existirán conductas positivas, incompatibles con ellas, física y temporalmente. El adulto debe reforzar positivamente sólo las conductas adecuadas y no las conductas socialmente indeseables.
Por ejemplo: El adulto reforzará de manera positiva cada vez que el niño hable con propiedad, diciéndole: "qué bien que estás hablando", "qué excelente hablas", ignorando por el contrario el habla inapropiada para su edad.
4. Sobre-corrección
Es una técnica que se usa cuando la conducta-problema ha causado un daño observable en el medio ambiente, y consiste en corregir los efectos producidos por la misma, además de ejecutar una actividad extra que implique la realización de un comportamiento apropiado. Puede emplearse en casos de conductas agresivas y auto estimulatorias.
Por ejemplo: Si un niño tira papeles al suelo, el adulto le amonestará indicándole que recoja los papeles que ha tirado y además que barra todo el ambiente en el que se encuentra.
Es una técnica que se usa cuando la conducta-problema ha causado un daño observable en el medio ambiente, y consiste en corregir los efectos producidos por la misma, además de ejecutar una actividad extra que implique la realización de un comportamiento apropiado. Puede emplearse en casos de conductas agresivas y auto estimulatorias.
Por ejemplo: Si un niño tira papeles al suelo, el adulto le amonestará indicándole que recoja los papeles que ha tirado y además que barra todo el ambiente en el que se encuentra.
5. Mediaciones Lógicas
Consiste en administrar una consecuencia laboriosa inmediatamente después de ocurrida la conducta problema. Se utiliza para reducir conductas inadecuadas.
Por ejemplo: Si el niño dice una grosería, el adulto le restringe o limita algún privilegio por dos días.
Consiste en administrar una consecuencia laboriosa inmediatamente después de ocurrida la conducta problema. Se utiliza para reducir conductas inadecuadas.
Por ejemplo: Si el niño dice una grosería, el adulto le restringe o limita algún privilegio por dos días.
6. Pérdida de Privilegios
Es la retirada de un estímulo reforzante ya ganado, que obra en el poder del niño en el momento de emitir la respuesta indeseable.
Por ejemplo: Un jóven después de haber realizado una conducta adecuada obtiene un premio. El adulto le permitirá por ejemplo divertirse sanamente, advirtiéndole que debe seguir instrucciones (juego de voleibol). Sin embargo el niño empieza a lanzar improperios contra otro estudiante; entonces el adulto de manera inmediata dará por concluido el beneficio y el juego concluye para este.
Es la retirada de un estímulo reforzante ya ganado, que obra en el poder del niño en el momento de emitir la respuesta indeseable.
Por ejemplo: Un jóven después de haber realizado una conducta adecuada obtiene un premio. El adulto le permitirá por ejemplo divertirse sanamente, advirtiéndole que debe seguir instrucciones (juego de voleibol). Sin embargo el niño empieza a lanzar improperios contra otro estudiante; entonces el adulto de manera inmediata dará por concluido el beneficio y el juego concluye para este.
RECOMENDACIONES
FINALES
- Es importante que a la hora de corregir, mediar,
se tenga en cuenta lo siguiente:
- Las ÓRDENES DEBEN SER CLARAS y EXPLICITAS.
- Sea firme con las órdenes, EVITE GRITAR.
- Cuando el niño o adolescente, cometa errores ya
sean justificados o apropósito, SEÑALE LA CONDUCTA ESPERADA y no le brinde
atención al error.
- PRÉSTELE ATENCIÓN mientras él realiza una
conducta adecuada.
- Facilite al niño/adolescente, la oportunidad de
ejecutar CONDUCTAS ALTERNATIVAS.
- SEA CONSTANTE en la aplicación de los
procedimientos, es decir, persista en su actitud y actúe siempre del mismo
modo.
- Tenga CONTROL SOBRE SUS EMOCIONES y REACCIONES,
no se deje llevar por la cólera.
- Ante conductas inadecuadas muestre un ROSTRO
NEUTRAL, evite demostrar enojo o frustración.
- EVITE DE COMENTAR las conductas negativas que
presenta el niño/adolescente, delante de él.
- Si decide hacer USO DE LAS TÉCNICAS DE MODIFICACION
DE CONDUCTA, se debe tener en cuenta: el lugar, momento y la situación.
Conviene
recordar a los padres la necesidad de:
- Comprobar que el niño/adolescente ha captado el
mensaje, mediante la repetición de la orden o instrucción, por parte
del niño.
- Expresar sus sentimientos para que el niño/adolescente
sepa que no disfrutan con las acciones correctivas y/o mediaciones. Por
ejemplo, "¡me pone muy triste tener que quitarte el balón , porque te
portaste inadecuadamente!".
- No poner acciones mediadoras desproporcionadas,
que luego no se van a cumplir.
- Elogiar con frases positivas al niño/adolescente,
cuando realice algo bien, por ejemplo: "eres un campeón",
"lo hiciste excelente", etc.
- Evitar los sarcasmos, por ejemplo, en vez de decir
"¡ya era hora de que te realices la tarea!", deben decir
"¡estupendo!, has trabajado solo".
- Dejar claro al niño/adolescente, que lo que les
molesta no es él, sino su forma de comportarse.
- Explicar clara y concretamente de como esperan
que el niño/adolescente se comporte en posibles situaciones conflictivas.
Finalmente, las
intervenciones en el manejo de las conductas inadecuadas, son múltiples e
importantes de llevar a la práctica para mejorar dicha conducta y su
interrelación con la familia, la escuela y en general en el ambiente social del
niño.
ESTRATEGIAS PARA PREVENIR
LAS CONDUCTAS INADECUADAS ENEL AULA
Con objeto de evitar que
surjan problemas de conducta en el aula, vamos a considerar tres momentos
principales para el diseño de una correcta prevención:
ANTES DE QUE EL PROBLEMA
APAREZCA:
Los profesores que con más
éxito logran evitar problemas de conducta en el aula no son aquellos que
sobresalen en el tratamiento a los problemas, sino por el contrario, aquellos
que saben cómo evitar que esto surja. Para ello se sugieren tres estrategias
preventivas fundamentales:
v Planificación
cuidadosa: una clase bien planificada y organizada, donde no hay espacio para
la improvisación, permite al estudiante seguir con interés el hilo conductor.
De esta manera, será más factible que se mantengan atentos. El conocimiento de
que todo ha sido planificado contribuye, en gran medida, a la propia confianza
del profesor y a su habilidad de ganar la de sus alumnos.
v Instrucciones
claras: Es importante que el profesor se dé tiempo para explicar
claramente cuáles son las reglas de juego de la interacción. Cuando hay poca
claridad, el estudiante no sabe a qué atenerse y no tendrá puntos de referencia
para discernir entre lo correcto y lo incorrecto. Algunas veces las conductas
inadecuadas aparecen debido a que los alumnos no conocen ciertamente lo que se
supone debieran estar haciendo en un momento determinado. Las instrucciones,
aunque toman una pequeña proporción del tiempo de la clase, son cruciales. La
información necesaria debe ser comunicada clara y rápidamente.
v Mantenerse
al corriente: El profesor necesita saber constantemente lo que está
sucediendo en cada parte del aula. Debe mantener sus ojos y oídos abiertos,
como si tuviese antenas sensitivas o un radar constantemente en alerta; esto
garantiza dos cosas: primero los alumnos conocen que el
profesor está al corriente de ellos todo el tiempo lo que anima la participación
y desanima la posible aparición de cualquier actividad desviadora. En segundo
lugar, le permite al propio profesor estar listo para detectar la pérdida
de interés o distracción de los alumnos y hacer algo antes de que esto se
convierta en un problema.
CUANDO EL
PROBLEMA ESTÁ COMENZANDO:
Uno de los principales
mecanismos para manejar las conductas inadecuadas en el aula, es la actuación
inmediata del docente cuando el problema se halla en sus primeras
fases. Algunas estrategias muy útiles son las siguientes.
§ Trate el problema calmadamente: Cuando
se observe una conducta que esté dificultando el desarrollo fluido de la clase,
lo mejor es dar calmadamente alguna indicación que detenga dicha actividad. Por
ejemplo, si dos estudiantes están conversando, cuando deberían estar leyendo el
párrafo de un libro, nos acercamos calmadamente con firmeza, pero en forma
discreta, le indicamos que se ha dado una indicación y que no la está
cumpliendo.
§ No
tome las cosas personalmente: Evitemos caer en la idea de que la inconducta
es una cuestión personal. El estudiante que está faltando al reglamento,
usualmente no lo hace para tener un conflicto con el profesor. Sus motivaciones
son otras. Centrémonos en la conducta a corregir sin descalificar a la persona
establecer conjeturas infundadas.
§ No
haga uso de amenazas: Por lo general, utilizar una amenaza, implica
reconocer que estamos emocionalmente desbordados o que carecemos de un mejor
recurso. Únicamente usemos advertencias claras recordando las normas
establecidas y recordando que, de persistir la conducta incorrecta, el
estudiante se haría merecedor de una sanción.
CUANDO EL
PROBLEMA HA ESTALLADO
Es muy importante actuar
con celeridad pero con prudencia para lograr que el grupo retome lo antes
posible una conducta adecuada. Es mejor tomar una rápida decisión, aunque ésta
tal vez no sea la mejor, que dudar y no hacer nada. Algunas estrategias
oportunas son:
· Actúe con firmeza: A veces un cambio,
una orden en alta voz, resuelven el problema. Despliegue cierta irritación,
pero sin perder el aplomo y, mucho menos, tornarse agresivo. Este procedimiento
no se debe seguir frecuentemente pues perdería su efecto.
· Haga
una oferta que no pueda ser rechazada: Cuando los alumnos están conduciendo al
profesor a una confrontación y éste no pueda rendirse, pero no desee imponer su
voluntad, debe de buscar una forma de apartar la crisis. Por ejemplo
Aplazar, por
ejemplo: Vamos a continuar con este asunto mañana.
Compromiso, por
ejemplo: deben hacer todos estos ejercicios, pero les voy a dar más tiempo para realizarlo.
· Para
este momento el lema debe ser: actúe
rápidamente sin entrar en disputas.
Hay que
recordar que lo esencial para evitar problemas de conducta es la comunicación. Aquí
juega un papel importante la actitud moral del docente. Recuerde que los
estudiantes son muy observadores y si ven que el educador no sabe dirigir sus
exigencias de una manera estable y consecuente, se hace el que no ve las cosas,
adula a los muchachos, busca popularidad, entonces no se conseguirá una
autentica disciplina.
Los muchachos respetan al
pedagogo que pone en práctica con firmeza sus exigencias educativas y que a su
vez, los trate con amor: La enseñanza es
ante todo, una obra de infinito amor.
En definitiva se trata de mantener unas normas claras
y consistentes, además de favorecer unas rutinas de aula compartidas en
los temas de mayor relevancia. Un equipo con pautas compartidas de
actuación, aumentan la eficacia de estos"(Fernández
en Torrego y Fernández.
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