domingo, 2 de octubre de 2016

Description: Resultado de imagen para como manejar conductas inadecuadas en el aulaPropuestas para reflexionar y construir el acuerdo de aula
Conductas inadecuadas
Entramos a un tema de suma importancia para el docente, como lo es "el manejo de la conducta en aula de clases; en toda clase o salón de clases existen niños o niñas que causan disturbios, no por ello se debe alejar a estos niños causantes de disturbios fuera de la clase o a otros grupos ya que con esto se le traslada el problema a otro docente. Más bien un procedimiento así, permitirá que se agraven los problemas, no ayudará al niño o niña a superarlas.
Colocar en un lugar bien visible de la clase las normas de conductas que se deben observar en el aula. deben tener las siguientes características:
1. Reglas cortas y concretas.
2. Cinco o seis reglas es lo adecuado.
3. Construir las reglas de manera positiva, a ser posible no utilizar el "no".
4. Leer colectivamente (profesor y alumnos) las reglas unas 4-6 veces al día.
5. Recuerde las reglas a los alumnos en otros momentos que sean, a ser posible, cuando se porten bien. no recordarlas cuando alguien se comporte inadecuadamente.
TÉCNICAS PARA DISMINUIR CONDUCTAS INADECUADAS
Una de las grandes dificultades de los padres y/o maestros es saber cómo manejar la conducta inadecuada o "conducta-problema" de sus niños. A menudo los escuchamos decir frases como: "no me hace caso", "no quiere hacer lo que se le dice", "se molesta cuando le impedimos algo", "hace berrinches",  "no acepta límites",  "ya no sabemos qué hacer frente a su desobediencia y su rebeldía" etc., de allí que es importante que los maestras y/o padres adquieran recursos para enfrentar estas situaciones, y tomen conciencia que la mayor parte de estos comportamientos son aprendidos. 
Pero... ¿Qué es conducta? Está definida como la actividad global de un organismo que hace posible la adaptación a su medio específico y que le proporciona control e independencia frente ha dicho medio.
En ese sentido, es importante recordar que los niños no heredan buenos ni malos hábitos, su conducta es el resultado del aprendizaje en el ambiente familiar, escolar y social; sin embargo, también hay que tener en cuenta que las conductas pueden ser "desaprendidas" o cambiadas.
A continuación se describen algunas técnicas sencillas para disminuir las conductas inadecuadas de los niños:
1. Ignorar Activamente
Implica el retiro total e inmediato de los diferentes reforzadores que pueden estar manteniendo la conducta. Se aplica en todo tipo de conductas-problema, pero sin manifestaciones agresivas. En su administración debemos tener en cuenta que es importante lo siguiente:
  • Identificar los reforzadores que mantienen la conducta-problema.
  • Controlar y evitar que se presenten los reforzadores identificados.
  • Tener en cuenta que habrá un incremento inicial de la conducta-problema ante este procedimiento.
  • Ser constante, no ceder.
Por ejemplo: Si el adulto se encuentran conversando con otra persona y un niño empieza a preguntar sin ser autorizado de manera insistente sobre dicho tema de conversación, la técnica consistirá en que el adulto deberá ignoran la pregunta del niño, así el niño se las reitere constantemente. Ignorar activamente implicará que nadie le haga caso o diga nada, aunque su conducta sea más notoria que antes.
 2. Tiempo de Reflexión

Consiste en retirar al niño, por unos momentos de la situación o contexto en el que se lleva a cabo la conducta-problema, con la finalidad de que no se refuerce la  conducta. El lugar de ubicación del niño podrá ser un sector del aula u otro ambiente. Debemos tener en cuenta lo siguiente:
  • Se deberá utilizar una advertencia o aviso previo frente a la presentación de la conducta-problema.
  • Si a pesar de la advertencia, el niño continúa con la conducta-problema, se le llevará al ambiente preparado, sin regaños ni discusiones, diciéndole únicamente que "permanecerá por unos instantes ahí para que analice" sobre su conducta.
  • El lugar donde se ubique al niño deberá estar libre de estímulos reforzantes y atractivos.
  • El tiempo de permanencia en dicho lugar elegido debe ser de aproximadamente 5 minutos.
  • Acabado este tiempo, el niño será regresado al lugar inicial, sugiriéndosele la conducta adaptativa a realizar.
Por ejemplo: Si en el patio, un niño empieza a tirarle los juguetes a otro niño mientras juegan, y aunque el adulto le ha advertido sin tener éxito en corregir dicha conducta; lo retirará del patio y lo llevara al lugar preparado, indicándole que reflexione sobre su mal comportamiento. El niño se quedara allí unos minutos, el adulto no le dirigirá la palabra ni lo juzgará durante el periodo de reflexión. Al termino del tiempo se le regresará a la situación inicial, sugiriéndosele que se disculpe con su compañero, dándole además la opción de seguir jugando con él.
Recuerde que el niño no debe de estar protestando, sino por el contrario debe mostrar conductas sociales apropiadas, pues de otra manera el hecho de permitirle retornar a la situación de juego, podría reforzar las conductas inadecuadas; este punto es de gran importancia, por lo que hay que tener mucho cuidado al aplicar el procedimiento.
3. Reforzamiento de Conductas Adecuadas

En el repertorio conductual de un niño podemos encontrar una variedad de  conductas inadecuadas, pero a la vez existirán conductas positivas, incompatibles con ellas, física y temporalmente. El adulto debe reforzar positivamente sólo las conductas adecuadas y no las conductas socialmente indeseables.

Por ejemplo: El adulto reforzará de manera positiva cada vez que el niño hable con propiedad, diciéndole: "qué bien que estás hablando", "qué excelente hablas", ignorando por el contrario el habla inapropiada para su edad.
 
 4. Sobre-corrección

Es una técnica que se usa cuando la conducta-problema ha causado un daño observable en el medio ambiente, y consiste en corregir los efectos producidos por la misma, además de ejecutar una actividad extra que implique la realización de un comportamiento apropiado. Puede emplearse en casos de conductas agresivas y auto estimulatorias.

Por ejemplo: Si un niño tira papeles al suelo, el adulto le amonestará indicándole que recoja los papeles que ha tirado y además que barra todo el ambiente en el que se encuentra. 
5. Mediaciones Lógicas

Consiste en administrar una consecuencia laboriosa inmediatamente después de ocurrida la conducta problema. Se utiliza para reducir conductas inadecuadas.

Por ejemplo: Si el niño dice una grosería, el adulto le restringe  o limita algún privilegio  por dos días.
 
6. Pérdida de Privilegios 

Es la retirada de un estímulo reforzante ya ganado, que obra en el poder del niño en el momento de emitir la respuesta indeseable.

Por ejemplo: Un jóven después de haber realizado una conducta adecuada obtiene un premio. El adulto le permitirá por ejemplo divertirse sanamente, advirtiéndole que debe seguir instrucciones (juego de voleibol). Sin embargo el niño empieza a lanzar improperios contra otro estudiante; entonces el adulto de manera inmediata dará por concluido el beneficio y el juego concluye para este.
RECOMENDACIONES FINALES
  • Es importante que a la hora de corregir, mediar, se tenga en cuenta lo siguiente:
  • Las ÓRDENES DEBEN SER CLARAS y EXPLICITAS.
  • Sea firme con las órdenes, EVITE GRITAR.
  • Cuando el niño o adolescente, cometa errores ya sean justificados o apropósito, SEÑALE LA CONDUCTA ESPERADA y no le brinde atención al error.
  • PRÉSTELE ATENCIÓN mientras él realiza una conducta adecuada.
  • Facilite al niño/adolescente, la oportunidad de ejecutar CONDUCTAS ALTERNATIVAS.
  • SEA CONSTANTE en la aplicación de los procedimientos, es decir, persista en su actitud y actúe siempre del mismo modo.
  • Tenga CONTROL SOBRE SUS EMOCIONES y REACCIONES, no se deje llevar por la cólera.
  • Ante conductas inadecuadas muestre un ROSTRO NEUTRAL, evite demostrar enojo o frustración.
  • EVITE DE COMENTAR las conductas negativas que presenta el niño/adolescente, delante de él.
  • Si decide hacer USO DE LAS TÉCNICAS DE MODIFICACION DE CONDUCTA, se debe tener en cuenta: el lugar, momento y la situación.
Conviene recordar a los padres la necesidad de:
  • Comprobar que el niño/adolescente ha captado el mensaje, mediante  la repetición de la orden o instrucción, por parte del niño.
  • Expresar sus sentimientos para que el niño/adolescente sepa que no disfrutan con las acciones correctivas y/o mediaciones. Por ejemplo, "¡me pone muy triste tener que quitarte el balón , porque te portaste inadecuadamente!".
  • No poner acciones mediadoras desproporcionadas, que luego no se van a cumplir.
  • Elogiar con frases positivas al niño/adolescente, cuando realice algo bien, por ejemplo: "eres un campeón", "lo hiciste excelente", etc.
  • Evitar los sarcasmos, por ejemplo, en vez de decir "¡ya era hora de que te realices la tarea!",   deben decir "¡estupendo!, has trabajado solo".
  • Dejar claro al niño/adolescente, que lo que les molesta no es él, sino su forma de comportarse.
  • Explicar clara y concretamente de como esperan que el niño/adolescente se comporte en posibles situaciones conflictivas.
Finalmente, las intervenciones en el manejo de las conductas inadecuadas, son múltiples e importantes de llevar a la práctica para mejorar dicha conducta y su interrelación con la familia, la escuela y en general en el ambiente social del niño.


ESTRATEGIAS PARA PREVENIR LAS CONDUCTAS INADECUADAS ENEL AULA

Con objeto de evitar que surjan problemas de conducta en el aula, vamos a considerar tres momentos principales para el diseño de una correcta prevención:

ANTES DE QUE EL PROBLEMA APAREZCA:
Los profesores que con más éxito logran evitar problemas de conducta en el aula no son aquellos que sobresalen en el tratamiento a los problemas, sino por el contrario, aquellos que saben cómo evitar que esto surja. Para ello se sugieren tres estrategias preventivas fundamentales:


v  Planificación cuidadosa: una clase bien planificada y organizada, donde no hay espacio para la improvisación, permite al estudiante seguir con interés el hilo conductor. De esta manera, será más factible que se mantengan atentos. El conocimiento de que todo ha sido planificado contribuye, en gran medida, a la propia confianza del profesor y a su habilidad de ganar la de sus alumnos.

v  Instrucciones claras: Es importante que el profesor se dé tiempo para explicar claramente cuáles son las reglas de juego de la interacción. Cuando hay poca claridad, el estudiante no sabe a qué atenerse y no tendrá puntos de referencia para discernir entre lo correcto y lo incorrecto. Algunas veces las conductas inadecuadas aparecen debido a que los alumnos no conocen ciertamente lo que se supone debieran estar haciendo en un momento determinado. Las instrucciones, aunque toman una pequeña proporción del tiempo de la clase, son cruciales. La información necesaria debe ser comunicada clara y rápidamente.

v  Mantenerse al corriente: El profesor necesita saber constantemente lo que está sucediendo en cada parte del aula. Debe mantener sus ojos y oídos abiertos, como si tuviese antenas sensitivas o un radar constantemente en alerta; esto garantiza dos cosas: primero los alumnos conocen que el profesor está al corriente de ellos todo el tiempo lo que anima la participación y desanima la posible aparición de cualquier actividad desviadora. En segundo lugar, le permite al propio profesor estar listo para detectar la pérdida de interés o distracción de los alumnos y hacer algo antes de que esto se convierta en un problema.



CUANDO EL PROBLEMA ESTÁ COMENZANDO:
Uno de los principales mecanismos para manejar las conductas inadecuadas en el aula, es la actuación inmediata del docente cuando el problema se halla en sus primeras fases.  Algunas estrategias muy útiles son las siguientes.

§   Trate el problema calmadamente: Cuando se observe una conducta que esté dificultando el desarrollo fluido de la clase, lo mejor es dar calmadamente alguna indicación que detenga dicha actividad. Por ejemplo, si dos estudiantes están conversando, cuando deberían estar leyendo el párrafo de un libro, nos acercamos calmadamente con firmeza, pero en forma discreta, le indicamos que se ha dado una indicación y que no la está cumpliendo.
§      No tome las cosas personalmente: Evitemos caer en la idea de que la inconducta es una cuestión personal. El estudiante que está faltando al reglamento, usualmente no lo hace para tener un conflicto con el profesor. Sus motivaciones son otras. Centrémonos en la conducta a corregir sin descalificar a la persona establecer conjeturas infundadas.

§      No haga uso de amenazas: Por lo general, utilizar una amenaza, implica reconocer que estamos emocionalmente desbordados o que carecemos de un mejor recurso. Únicamente usemos advertencias claras recordando las normas establecidas y recordando que, de persistir la conducta incorrecta, el estudiante se haría merecedor de una sanción.


CUANDO EL PROBLEMA HA ESTALLADO

Es muy importante actuar con celeridad pero con prudencia para lograr que el grupo retome lo antes posible una conducta adecuada. Es mejor tomar una rápida decisión, aunque ésta tal vez no sea la mejor, que dudar y no hacer nada. Algunas estrategias oportunas son:

·      Actúe con firmeza: A veces un cambio, una orden en alta voz, resuelven el problema. Despliegue cierta irritación, pero sin perder el aplomo y, mucho menos, tornarse agresivo. Este procedimiento no se debe seguir frecuentemente pues perdería su efecto.

·           Haga una oferta que no pueda ser rechazada: Cuando los alumnos están conduciendo al profesor a una confrontación y éste no pueda rendirse, pero no desee imponer su voluntad, debe de buscar una forma de apartar la crisis. Por ejemplo

     Aplazar, por ejemplo: Vamos a continuar con este asunto mañana.

     Compromiso, por ejemplo: deben hacer todos estos ejercicios, pero les voy a dar         más tiempo para realizarlo.

·         Para este momento el lema debe ser: actúe rápidamente sin entrar en disputas.

Hay que recordar que lo esencial para evitar problemas de conducta es la comunicación. Aquí juega un papel importante la actitud moral del docente. Recuerde que los estudiantes son muy observadores y si ven que el educador no sabe dirigir sus exigencias de una manera estable y consecuente, se hace el que no ve las cosas, adula a los muchachos, busca popularidad, entonces no se conseguirá una autentica disciplina.

Los muchachos respetan al pedagogo que pone en práctica con firmeza sus exigencias educativas y que a su vez, los trate con amor: La enseñanza es ante todo, una obra de infinito amor.


En definitiva se trata de mantener unas normas claras y consistentes,  además de favorecer unas rutinas de aula compartidas en los temas de mayor relevancia. Un equipo con  pautas compartidas de actuación, aumentan la eficacia de estos"(Fernández en Torrego y Fernández.





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